¿Cómo debe ser un buen personal auxiliar o azafata?
Una buena actitud es clave para trabajar en un evento o congreso
A menudo se acercan hasta nuestra empresa personas interesadas en comenzar a trabajar como personal auxiliar y azafatas o azafatos. Dejando de lado discusiones y controversias sobre el uso de los términos para designarlos… ¿Cuáles creemos que son las características que deben reunir para trabajar bien?
En nuestra agencia realizamos cursos periódicos de formación y de reciclaje; y antes de cada evento mantenemos encuentros para preparar los trabajos y conocer a fondo tanto las tareas a desarrollar como el palacio de congresos o recinto donde se va a llevar a cabo.
Evidentemente, esas lecciones no pueden substituir a la formación reglada pero suponen un buen complemento a la hora de encarar los nervios ante un primer congreso.
Quizás, el mejor consejo que se puede dar es que el trabajo de auxiliar de Relaciones Públicas es, en buena medida, una cuestión de actitud.
La clave está en las ganas de ayudar, de moverse, para que un congreso o evento se desarrolle del mejor modo posible.
Tenemos que tener muy claro que la idea de azafata como una cuasi modelo sobre taconazos y sonrisa de anuncio… es un tópico machista contra el que hay que luchar.
Un buen aspecto es algo secundario respecto a ser un buen trabajador.
Y los mejores equipos de personal auxiliar, al menos para nosotros, son siempre mixtos, con mujeres y hombres trabajando juntos.
Otro apunte, quien empieza en el sector de Relaciones Públicas debe tener claro que esto no es un pasatiempo para sacarse un dinero extra.
Hace falta compromiso; es un trabajo y como tal hay que tomarlo, asumiendo responsabilidades.
Volviendo al titular de nuestro artículo, dejamos una lista de características que ayudan a ser un buen personal auxiliar. Si las pudiésemos meter en una batidora y juntarlas, conseguiríamos una “superazafata”.
Lista de atributos para ser un buen personal auxiliar o azafata, de la A a la Z
- Anticiparse a las necesidades
- Atención al detalle
- Conocimiento del recinto y ciudad donde se desarrolla el evento o congreso
- Conocimientos de idiomas (no imprescindible)
- Discreción
- Dotes comunicativas
- Eficiencia, saber solventar situaciones de un modo rápido y con el menor número de “viajes” posible
- Organización
- Paciencia ante desajustes, imprevistos e impertinencias
- Perspicacia y curiosidad
- Puntualidad
En definitiva, para ser buen azafata o azafato hacen falta muchas ganas y el tener los ojos bien abiertos.